El sábado pasado tuve mi primera experiencia cercana del tercer tipo con la boda de una amiga directa, no familiar mío, no boda de desconocidos, no, la boda de una ex compañera de la primaria-secundaria-prepa, a quien hace años no veía pero me invitó y eso me pareció razón suficiente para ir.
Tengo una aversión a las bodas, no al matrimonio per se (ajá sí, ajá), pero al hecho de hacer una fiesta para la boda, el teatrito de casarse por la iglesia, el baile guapachoso pendejón con props después de la cena, bailar Timbiriche disfrazados como retrasados mentales, etc. me parece sin sentido pagarle cena y chupe a tantos gorrones en un evento que debería ser de lo más privado. Y ni hablar del ritual de tener que arreglarse especialmente y gastar mucho dinero innecesario. Aún así fui, porque aunque muchas conocidas se han casado y ya hasta tienen hijos, ninguna me había invitado a su boda (tal vez sea por la amenaza que dije en la prepa de llegar borracha a sus bodas y caer sobre el pastel) y cuando vi el sobre y la linda caligrafía con mi nombre y el título SEÑORITA antes dije "Aw, OK sí voy".
Mi querido Juan Sin Miedo me hizo el favor de ser mi date for the night y le agradezco enormemente, gracias a su amena compañía todo fue más llevadero y hasta divertido, desde la crítica en voz baja en la misa con risas en las que casi nos ahogamos para no hacer ruido, hasta las situaciones fiesteras cliché de boda. Van unas fotos que resumen esa noche y la simpleza que nos invadía.
Tengo una aversión a las bodas, no al matrimonio per se (ajá sí, ajá), pero al hecho de hacer una fiesta para la boda, el teatrito de casarse por la iglesia, el baile guapachoso pendejón con props después de la cena, bailar Timbiriche disfrazados como retrasados mentales, etc. me parece sin sentido pagarle cena y chupe a tantos gorrones en un evento que debería ser de lo más privado. Y ni hablar del ritual de tener que arreglarse especialmente y gastar mucho dinero innecesario. Aún así fui, porque aunque muchas conocidas se han casado y ya hasta tienen hijos, ninguna me había invitado a su boda (tal vez sea por la amenaza que dije en la prepa de llegar borracha a sus bodas y caer sobre el pastel) y cuando vi el sobre y la linda caligrafía con mi nombre y el título SEÑORITA antes dije "Aw, OK sí voy".
Mi querido Juan Sin Miedo me hizo el favor de ser mi date for the night y le agradezco enormemente, gracias a su amena compañía todo fue más llevadero y hasta divertido, desde la crítica en voz baja en la misa con risas en las que casi nos ahogamos para no hacer ruido, hasta las situaciones fiesteras cliché de boda. Van unas fotos que resumen esa noche y la simpleza que nos invadía.
(en voz baja)
J: Entiendo el sufrimiento, pero, ¿por qué está encerrado Jesús?
G: Para que no se escape.
J: No, ¡lo encerraron por hippie, mira su cabello!
G: Así pasaba en el Jerusalén capitalista.
J: Entiendo el sufrimiento, pero, ¿por qué está encerrado Jesús?
G: Para que no se escape.
J: No, ¡lo encerraron por hippie, mira su cabello!
G: Así pasaba en el Jerusalén capitalista.
¿Gusta un canapé? El mesero me vio feo cuando le pregunté si no tenía mejor una servitoalla para poner la comida, espero no le haya escupido a los canapés.
El mesero de nuestra área, se llamaba Horacio pero le pusimos Don Ramón, sólo le faltaba el bigote y el sombrerito. Muy servicial él.
Momento de aventar el ramo o algo así, no quise meterme tanto en el ritual, así que mejor lo vimos sentados a lo lejos. No quería arriesgarme a que me tocara a mí.
El novio-señor-papá de una ex compañera, bien divertido él, pasó la mayor parte de la noche viendo cosas en su BlackBerry. Pensamos que era Arturo López Gavito, pero en una inspección minuciosa nos dimos cuenta que no. Phew.
Descubrimos la modalidad boda/lounge en la que no hay cena, sino drinks y canapés y después una barra libre de pastel y dulces donde te puedes servir lo que quieras en bolsitas, bastante práctico si quieres un sugar rush de repente... o vas al cine después.
Toda la noche pensé que esa bolsa elegante era un rallador de queso en la mesa, hasta que tomé la foto me di cuenta de que no lo era.
Toda la noche pensé que esa bolsa elegante era un rallador de queso en la mesa, hasta que tomé la foto me di cuenta de que no lo era.
5 comments:
Fue un buen día, tus fotos son geniales...
La de Cristo encerrado por ser hippie y promover la palabra, y la del señor papá/novio de una de tus compañeritas (que por cierto me clavó los ojos cuando se percató de que lo fotografiaba como un paparazzo).
Definitivamente, si voy a alguna otra boda quiero que sea alguna en donde entre el exnovio de la novia a reclamarla antes que diga: acepto. O que se caiga el candelabro de la iglesia...
Porque la solemnidad de las bodas me parece un tanto hipócrita.
Yo quiero ir a una boda donde llegue un charro en un caballo a detener la boda y se robe... al novio y lo suba al caballo y se alejen ante la mirada de todos.
Y recuerda mi promesa de que si me caso, no sonará la marcha nupcial cuando entre a la iglesia, no, sonará "Así habló Zaratustra". He dicho.
Excelente. Hubieran emborrachado al novio-señor-papá, luego son divertidos. Porque yo así llego a las bodas. Así de "que ridículo van a hacer todos hoy menos yo" y luego ps que me muerdo a lengua...
Enessess es mi palabra verificadora antispam... está genial, debería ser palabra de verdad.
jaja, si en bodas y en graduaciones descubres que la gente se arregla y gasta en cosas de lujo.. para terminar bailando salsacumbiando 2000!! o algun hit del metro jeje. A mi me toco ir a una boda donde a los novios los pusieron a bailar "la pesera del amor"...
y es por eso que odio las bodas
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