Monday, January 29, 2007

teenage angst














¿Sabes que los adultos lo llaman angustia de adolescentes? Cuando nos enamoramos y se nos rompe el corazón o cuando no nos gusta cómo es el mundo, o ya no estamos seguros de ser nosotros mismos, lo llaman angustia de adolescentes porque quieren simular que no les dolió crecer. No quieren recordar, así que lo llaman angustia de adolescentes y se vuelven fríos ante la vida y olvidan que duele mucho, tanto, tanto, y que para algunos duele demasiado. A algunas personas las quiebra simplemente.

Extracto de un diálogo de los últimos capítulos de Generación S.L.U.T. de Marty Beckerman (sí, el MTV Book citado hace unos cuantos posts), donde Julia le explica a su amigo Max, amigo que está enamorado de ella, porqué la encontró en la azotea de su edificio deliberando si debía caer o no.

Justo estaba re-hojeando el libro hace poco y encontré esa frase que me hizo recordar ese sentimiento, la verdad no hace mucho que dejé de sentirlo, de repente llega aún, como si todo estuviera mal y no hubiera salida alguna, demasiado abrumador. Pero ahora es diferente, lo que abruma son asuntos no exactamente del departamento sentimental o de auto odio.

Quiero suponer que todos se sintieron así alguna vez... ¿verdad? ¿eh? ¿eh? ¿eh?

Creo que ahora le dicen emo y está in sentirse de la mierda, no muchachos, no lo hagan, mejor hagan cosas divertidas como... ay no sé, pero hay más en la vida que el dolor, créanme.



2 comments:

Sotrois said...

"In" feeling like shit?... Supongo que si así hubiera sido siempre en mi infancia hubiese sido muy popular, ja!

"...Since I was bornI started to decay. Now nothing ever ever goes my way

One fluid gesture
Like stepping back in time
Trapped in amber
Petrified
And still not satisfied..."
Placebo, Teenage Angst

Gabriela/undies said...

Igualmente señorita, yo hubiera sido un hit en mi adolescencia... pero no, no lo era, al contrario, sufría un severo caso de teenage angst e impopularidad provocada. Pero bueno, a lo hecho pecho. Por lo menos no me tocó ser emo.