Estaba yo “vacacionando” la semana pasada en cierta playa del estado de Jalisco, en medio de lo que parecía ser una kármica tormenta tropical que me mantuvo bajo techo una buena parte del tiempo, lo cual me llevó a revisar lo que hay en mi iPod y descubrir que mis guilty pleasures musicales siguen ahí, y yo que pensaba que los había borrado en mi último update, pero al parecer mi inconsciente se niega a borrarlos, nunca se sabe cuándo pueden ser útiles. He aquí algunos de ellos:
Destiny´s Child
Kelly, can you handle this? Michelle, can you handle this? Beyoncé, can you handle this? Gabriela, can you handle this? I don´t think you´re ready for this jelly… whoooo!
Sí, sí, esa fue mi versión de “Bootylicious” y mi justificación es que esa y otras canciones de Destiny´s Child eran parte de mi gym playlist y esa canción en específico era para el ego boost frente al espejo mientras las endorfinas eran liberadas en una sesión de abdominales (sí Gabriela, ajá, bájale a tu desmadre) ja… ahh ¿dónde quedó mi espíritu Sport Billy?
La música de estas chicas también era básica para house parties con mi grupo de amigos que gustan de bailar y bailar hasta que alguien se deshidrata y cae: Poncho, Cris, Fer y Prix.
Beyoncé Knowles entra también en este grupo y “Crazy in love” fue la canción con la que Prix enseñó a su servidora a mover las caderas con singular alegría y a coordinar ese pasito tan tricky que sale en el video donde se mueven los brazos, hombros y cadera al mismo tiempo, claro que Beyoncé se ve mucho mucho más sexy haciendo ese paso que nosotras dos ensayándolo encerradas en un cuarto frente al espejo cual colegialas.
Chicago Soundtrack
Soy fan de Chicago, no lo negaré, cuando estaba en el cine inventaba pretextos tarados para acompañar a todo el que se dejara ir a verla. Y no me encantan las obras musicales, creo que sólo tolero Dancer in the dark y Chicago, pero el soundtrack de ésta es buenísimo para escuchar mientras una se baña y así empezar el día de una manera uppity (and kinda gay, I know).
Ooooh I´m no one´s wife but ooohh I love my life and all that jazz!!!
Christina Aguilera
La única justificación que existe para esto es que la única canción que tengo es “Real Slim Shady please shut up”, la versión comeback underground que le dedicó a Eminem. No soporto a Eminem.
Jarabe de palo
La razón por la que bajo canciones de ellos es que el vocalista es mi secret crush jajaja, su look mugroso coqueto me late. Pero además de eso, he de confesar que “Romeo y Julieta (no eran de este planeta)” me pegó justo en el momento heartbroken vulnerable en el que hasta RBD te hace llorar y las letras de Ricardo Arjona con su poesía chaqueta parecen tener un poco de sentido, un poco nada más.
(Inserte su burla)
“Qué bueno, qué bueno” vino después de esa etapa y sigue presente nomás por nostalgia de esa etapa sentimental despechada y/o alcohólica de girls night out.
Es una canción perfecta para escuchar en un restaurante bohemio de mariscos frente a la playa, así que si tienen un negocio así, corran a comprar el disco de Jarabe de palo para ponerlo en las tardes y será un hit, las ventas de pasta con camarón subirán como una culebra en una caña de azúcar, os lo aseguro.
“El listón de tu pelo” (con la mismísima Julieta Venegas)… blah… siempre es útil en las pedas cuando entran en modalidad boda.
Jay Z featuring Beyoncé
“Me and my girlfriend”, una cursilada pimpeada que me recuerda a mi amiga Fernanda y las borracheras de girly drinks con vodka de sabores y Malibú (padrísimas esas crudas de diabetes y dolor de cabeza interminable) donde ella rapeaba y bailábamos hasta cansarnos todo el hip-hop que nos era humanamente tolerable, hasta que cambiábamos a Madonna para seguir bailando pero con coreografías je.
Roger Sanchez
“Another chance” Uy uy… OK también era parte del gym playlist pero la neta es que era, creo que todavía soy fan del video en mis momentos nena… aayy es que ver a una güerita palidona sin chiste pasear por todo NY de noche con su corazón gigante en las manos sin que alguien la pele y por eso se va haciendo chiquito (el síndrome del corazón chiquito que le dicen) y luego un wey la medio pela y su corazón se vuelve a hacer más grande en la metáfora más obvia y visual que existe, y ella toda ilusionada se va feliz a dormir pero luego el tipo se freakea cuando la ve en su estado normal y la deja plantada pero a la güerita palidona le vale y vuelve a recorrer la ciudad cargando su corazonsísimo –literal-, you go girl!
Momento SYNCOL de la música electrónica, pero bueno… yo sólo soy una chica.
Sussie 4
Antes tenía “On time” para uso exclusivo de emergencias de party pero fue reemplazada por “Sweet/suite tropical”, recomendada por Rob, mi compañero musical y maestro DJ en Los Hardcore [www.myspace.com/loshardcore] y sip, me quito mi sombrero de paja ante este ejemplo de música electrónica nacional y algo light bastante agradable para bailar con un martini en la mano y básica para unas clases de “Aprenda a mezclar música en 3 simples pasos” cual método de Guitarra fácil.
The Temptations
“My girl”
I got suuunshiiiineeee on a cloud today (…) What can make me feel this way? My girl
La recuerdan como LA rola de esa película noventera de la época en donde todavía se tenía fe en Macaulay Culkin: My girl. La segunda película que me hizo llorar en toda mi vida cuando Thomas J muere picoteado por abejas al recuperar el mood ring de su chica Vada aw, aahh good times! cuando era bonito ser niña y desentenderse de todo y soñar con bailar esta canción el día de tu boda; ahora todas le huimos a la boda, pero esa canción me hace pensar que igual no sería tan malo, mínimo la letra cursi me da esperanzas, está re bonita y es buena para escucharla mientras sales a andar en bicicleta en un día soleado.
Zwan
“Lyric” Lo siento pero este proyecto de Billy Corgan post Smashing Pumpkins fue un fracaso, era una grosería verlo todo feliz y sonriente en un video lleno de arcoiris cantándole a Paz Lenchantin “A lyric, a time, a crusade, a line, one minute, a friend, a road without end” como si se tratara de un comercial de khakis de GAP. Billy… eso no se hace, mejor se hubiera retirado con dignidad, era triste ver cómo tiraba su imagen, o lo que quedaba de ella, a la basura, como ver un choque de trenes en cámara lenta.
Y eso es lo que he encontrado hasta ahora en mi iPod, seguuuroo hay más, yo lo sé, pero esos los dejo para otro post. Anímense y confiesen sus placeres culposos musicales (o no musicales también, ¿por qué no?), es catártico aceptar sus pecadillos, créanme.
*Pie de foto: Síiii todavía tengo un iPod mini ¿y? ¿y? ¿y? jajaja sigo ahorrando para el de 60GB, algún día, yo lo sé...